La limpieza por ultrasonidos se realiza sumergiendo el objeto a limpiar dentro de un tanque de acero inoxidable que contiene una disolución de limpieza. El procedimiento de limpieza consiste en generar ondas ultrasónicas en el fluido que ayudan a desprender la suciedad que pueda estar incrustada en la superficie del objeto. Este proceso puede eliminar la suciedad incluso en sitios de imposible acceso mediante medios manuales de limpieza.

Objetos adecuados para la limpieza: Acero inoxidable, latón, cobre, aluminio, madera o plástico.

La solución de limpieza suele ser una disolución acuosa, compuesta por agua y un producto quimico tensoactivo, ya que el agua solamente no es eficaz. El producto químico tensoactivo que se añade al agua de lavado ayuda a romper o reducir la tensión superficial del agua, lo que aumenta la intensidad de cavitación, por lo tanto la capacidad de desincrustar la suciedad.
Existen diferentes productos químicos de limpieza, pero su fórmula dependerá del material del onjeto a limpiar. Cada objeto necesitará un agente limpiador con composión diferente, que además sea capaz de desincrustar sin dañar el material.

Se recomienda no utilizar productos químicos inflamables en el tanque de limpieza, ya que la elevada temperatura que alcanza la solución podría provocar la explosión o incendio de la cubeta.

FUNCIONAMIENTO DEL PROCESO DE LIMPIEZA

El transductor de la maquina genera ondas de ultrasonidos que crean cavitación en las moleculas de agua, lo que produce vacios entre ellas que las hace separarse y volver a chocar provocando una explosión microscópica de energía. Estas pequeñas explosiones golpean
la suciedad y la desincrustan.
Cuando al agua de limpieza se le ha añadido un producto químico tensoactivo la cavitación se potencia, porque la tensión superficial que se debe romper es menor, y las microscópicas explosiones pueden ser más potentes, lo que facilita mucho que la desincrustación sea más eficaz.

Si la frecuencia de ultrasonidos del aparato es más alta, la potencia de limpieza es superior, ya que los espacios entre moleculas son más pequeños y se puede llegar a huecos más dificiles.

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La limpieza por ultrasonidos se utiliza tan sólo para desincrustar la suciedad, pero no tiene capacidad desinfectante, tan sólo puede ayudar a desprender la suciedad incrustada o calcificada de la superficie.

Para conseguir una desinfección del objeto a limpiar es necesario superar durante varios minutos una temperatura de 65 grados centigrados, y potenciar la limpieza con un producto químico germicida, de los que se utilizan en los procesos quirúrgicos de limpieza.

PROCEDIMIENTO DE USO

Llenar el tanque de agua y añadir el porcentaje adecuado de producto químico tensoactivo (según instrucciones de cada marca).
Introducir la cesta con los objetos a limpiar.
Seleccionar la temperatura de lavado, se recomienda una temperatura superior a 65º
Seleccionar el tiempo de lavado, según la dureza de la suciedad a eliminar.
Encender la máquina y no instruducir la mano dentro del agua durante el proceso de limpieza, para evitar electrocuciones.
Al finalizar el proceso de limpieza, asegurarse de apagar la maquina antes de sacar la cubeta.
Los objetos deben enjuargarse en otra cubeta con agua clara, para eliminar los restos sueltos de suciedad.

GENERALIDADES

El procedimiento de limpieza por ultrasonidos no es un procedimiento de desinfección, sólo de desincrustación.
Si se desea desinfectar, se deberá utilizar un líquido germicida tras haber realizado la limpieza por ultrasonidos.

El agua sola no es capaz de limpiar de forma efectiva las incrustaciones de los objetos.
Se debe añadir un producto tensoactivo al agua de limpieza para potenciar la capacidad de desincrustación.

Nunca introducir la mano dentro del agua durante el proceso, para evitar electrocuciones.

Temperatura mayor a 65 grados
Tiempo de limpieza entre 10 y 30 minutos